Tras la inaguración solemne del curso escolar, el ministro de Educación, Ángel Gabilondo y la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre conversaban en un corrillo.La escena la pillaron las cámaras de televisión. Entre risas, Aguirre espeta a Gabilondo: “Quiero tu dimisión por alentar la huelga”. Ante el silencio del ministro, la presidenta agrega: “Te viene fenomenal dimitir. Te viene colosal dimitir en este momento”. Él, pura sonrisa. 

Pitada en la entrada del colegio

Antes se realizaba el acto inaugural. El centro escogido era un colegio del distrito madrileño de Chamberí: el Fernando el Católico. A ambos lados de la calle de acceso se han apostado unos 200 manifestantes dispuestos a protestar, silbar y desplegar pancartas en contra de las órdenes de la Consejería de Educación para elevar el número de horas lectivas por profesor y, consecuentemente, dejar de contratar docentes interinos.

Por la entrada del colegio han pasado la consejera de Educación, Lucía Figar que se ha llevado una buena pitada. También ha escuchado abucheos el ministro de Educación, Ángel Gabilondo. Cuando ha llegado la Reina Doña Sofía se han seguido escuchando pitidos mientras la recibía el ministro. A quien más esperaban los manifestantes, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, no ha entrado al acto por esa misma puerta ni se la ha visto recibiendo en la calle a Doña Sofía.

Luego, en los discursos de inauguración, Gabilondo no ha rehuido, aunque con palabras suaves, el conflicto que enfrenta a la Comunidad con profesores. Ha señalado que “la educación debe ser una de las prioridades fundamentales y debemos no debilitarla”. Y luego sobre los docentes: “Reconocimiento y  gratitud a los profesores y profeseras por su enorme esfuerzo y dedicación, por su responsabilidad y entrega”.

En la tribuna estaba Esperanza Aguirre que la semana pasada pidió la dimisión de Ángel Gabilondo. Luego, la jefa del Ejecutivo regional ha desgranado los pilares y proyectos educativos de la Comunidad, desde los colegios e institutos bilingües hasta la ley de Autoridad del Profesore, pasando por el Bachillerato de Excelencia para los alumnos con mejor expediente.