24 de Noviembre de 2008 | Miqui Otero

Sospecho que Jordi González pertenece a algún tipo de logia como la de la Ley de Thelema. Pienso en los poderes paranormales de González cada vez que entra en su programa un personaje vil y él lo aúpa a lo más alto de la noria. Sucedió con Mario Conde. A medida que avanzaba el masaje entrevistador de Jordi, el programa hacía de túnel de lavado y la audiencia acabó admirándo al ex banquero incondicionalmente. El mejor termómetro para medir los poderes de González son los SMS. Convertidos ya en un subgénero en sí mismos, operan con la lógica contraria a la del pelotón de linchamiento y exigen dos partes muy marcadas.

En la primera, se alaba el personaje siempre al margen de su pasado en la cárcel o su figura pública dudosa. La segunda es el lugar para dirigirse a los seres queridos. Ejemplo: “Mario, ya no hay señores como usté. Tq Chiki. Viva valladolid”. La noria avanzó el sábado pasado fragmentos de la entrevista de otro personaje engominado que tambien necesita que le den cera. Julián Muñoz incluso intervino con una llamada confesando que lo iba a contestar todo, algo que debería haber hecho ya en otro sitio con algun entrevistador quizá menos amable que Jordi.

Propongo que la tabla de SMS funcione a partir de ahora como tablón de anuncios, para amortizar el dinero que cuestan ese tipo de entrevistas. Un ejemplo: “Julián, adoro tus pantalones. Vendo horno y trabajo de camarero. Perdóname, churri”.